Carole King

Carole King

Por David Cascant

«Will you love tomorrow», «Take good care of my baby», «The Loco-motion», «Up on the roof», «One fine day» o «(You make me feel like) A natural woman» son una pequeña muestra de la enorme huella cultural y musical que significa Carole King como compositora, en total 118 de sus canciones han formado parte de las populares listas Billboard Hot 100 por las que se mide el éxito en USA.

Estos populares himnos, que probablemente hayáis escuchado por diversos interpretes, además de en bandas sonoras, anuncios televisivos y recopilaciones de diverso pelaje, pertenecen a su primera etapa, escritas junto a su, por aquel entonces marido, Gerry Goffin, pero también desarrolló su carrera en solitario, como autora de canciones e interprete, siendo un pilar fundamental en la música popular de nuestros tiempos.

Nació en 1942, en Manhattan, su nombre real es Carol Joan Klein y desde muy pequeña ya tenía claro que quería dedicarse a la música; en casa tenían un piano que había comprado su madre, que había aprendido a tocar cuando era pequeña; Carol sentía mucha curiosidad por el instrumento y con cuatro años de edad ya sorprende a sus progenitores nombrando las notas que suenan en el teclado.
Como un juego, su madre comienza a enseñarle a tocar el piano y a leer partituras, acompañando a las canciones que suenan por la radio, aunque la pequeña apenas tiene la altura necesaria como para poder llegar a las teclas.
A la edad de 8 años hace su debut ante el público con un dúo infantil, que aparece en la radio e incluso en la televisión, un medio todavía emergente.

En la época del instituto formó su primer grupo llamado The Co-Sines, comenzando a componer sus primeras canciones, inspirada por los grupos vocales que veía en el programa del locutor Alan Freed, que había impulsado el rock and roll para hacerlo llegar a toda la juventud americana; con 15 años realiza audiciones para Atlantic records y ABC-Paramount, con esta compañía realiza su debut discográfico con el tema «The right girl» publicado en 1958.  
Carol está emocionada por firmar en un sello en el que figuran artistas como Paul Anka, Eydie Gormé o Lloyd Price, aunque lo hará como solista, pues los ojeadores no tienen interés en realizar una audición para escuchar a The Co-sines.

Bajo la producción y los arreglos de Don Costa, Carol grabará cuatro canciones conformando un par de singles, el primero con «Baby sittin'» y «Under the stars», el segundo con «Goin' wild y The right girl»; ninguno de los dos fue promocionado por el sello, por lo que pasaron desapercibidos, pero supusieron una toma de contacto para Carol con el negocio musical, además, a partir de aquí adoptó el nombre artístico que le acompañaría durante el resto de su vida: Carole King. 

Comenzando el curso del 58, en la universidad de Queens, se hace amiga de Paul Simon, que por aquel entonces había tenido una canción en el Top 50 junto a su amigo Art Garfunkel,  en un dúo llamado Tom & Jerry.
Carole y Paul tienen muchas aficiones y metas en común, la composición es una de ellas, por lo que comienzan a realizar demos bajo el nombre de Cousins; curiosamente no compondrían ninguna canción juntos, aquellas demos serán de temas de una u otro, quizá de terceros, interpretadas por ambos para mostrar sus arreglos a otros artistas; arreglos que se utilizaron en algunos casos como la canción «Just to be with you» de The Passions, compuesta por Mary Kalfin. 

Una anécdota sobre la que se ha escrito mucho es que, en algún momento de esta preadolescencia tiene un rollo sin importancia con Neil Sedaka, que había tenido una canción exitosa, pero veía como sus intentos posteriores de abordar las listas eran en vano; con la amenaza creciente de ser un artista de un solo éxito, en 1959 publica una canción por la que será eternamente recordado, «Oh!, Carol» dedicada a ella, a Carol, a quien no le hace ninguna gracia que se pavonee de un romance inexistente; ese mismo año, junto a Goffin compone una canción respuesta «Oh!, Neil», que no tiene repercusión comercial pero si le sienta como un golpetazo en la cara a Sedaka, que no vuelve  a dirigirle la palabra nunca más.

Una vez hecho este pequeño salto en el tiempo volvemos a los tiempos de estudiante; en la universidad conoce al que será su marido y compañero de trabajo, Gerry Goffin; ella se enamora de este joven, tres años mayor que ella, al cual esa moda del rock&roll le parece intelectualmente poco satisfactoria, no obstante, como reto, se propone escribir una canción de ese género, trabajo de composición que aborda junto a Carole, los destinatarios de la primera composición de este equipo serán el dúo Mickey & Sylvia, que acaban de tener éxito con el tema «Love is strange», pero cuando llega a Atlantic la canción de nuestra recién conformada pareja de compositores, «The Kid Brother», Mickey y Sylvia se han disuelto, así que es grabada como cara B single de un nuevo dúo de Mickey Baker, no tiene repercusión comercial, pero para Carole es un logro importante, ha compuesto para alguien ha quién ha visto en un programa de Alan Freed, lo que supone una meta conseguida.
Siguen con esta dinámica de trabajo, componiendo canciones y vendiéndolas a discográficas por pequeñas cantidades económicas, finalmente, el tiempo que pasan juntos lleva al romance y en 1959 al matrimonio, con una hija en camino.

La joven pareja debe abandonar sus estudios y buscar un trabajo para mantener el nuevo núcleo familiar, así que Carole hace labores de secretaria y Gerry de auxiliar de farmacia, viven en un pequeño apartamento en el que dedican las tardes a componer, ella se encarga de la música y él de la letra.
Tras una audición fichan como compositores para Aldon Music en Broadway, propiedad de Don Kirshner y Al Nevins, allí se encontrarán ante un auténtico campo de maniobras para poner a prueba sus capacidades de trabajo, varios cubículos separan a diferentes grupos de composición, que trabajan a la par, cada uno con sus respectivos pianos, desde fuera Carole escucha una cacofonía, aunque desde su banqueta, por suerte puede concentrarse en su canción y no escuchar a los departamentos contiguos. 

Su nueva ocupación les permitió abandonar sus anodinos trabajos diarios para dedicarse a tiempo completo a sus tareas compositivas, así como mudarse a un apartamento mejor.

En 1960 The Shirelles catapultan al éxito su composición «Will you love me tomorrow», históricamente este hecho queda registrado como el primer momento en que un grupo femenino negro entra en las listas populares, algo que hay que tener muy en cuenta, debido a que en los Estados Unidos de Norteamérica se estaba viviendo una lucha intensa por los derechos civiles.

The Shirelles también iniciaron una moda de grupos femeninos de las que posteriormente se nutrieron grupos como los Beatles, parte de ese movimiento emergente se registró en Dimension Records, un sello de New York que nace en Aldon music y donde logran gran repercusión algunos temas del dúo King-Goffin, como «The Loco-motion» grabada por Little Eva, que trabajaba como niñera de la hija de la pareja, o  «Chains» grabada por The Cookies y un tiempo después por el famoso grupo de Liverpool.
A partir de "Will you love me tomorrow" tanto Carole como Gerry comienzan a componer con otros miembros del equipo de Aldo, pero la década de los 60 está llena de singles con bombazos compuestos por el dúo mágico, «Take good care of my baby» de Bobby Vee, «Up on the roof» de The Drifters, «One fine day» de The Chiffons o «It might as well rain until september», la demo de esta última, que está destinada para Vee, es publicada como single con la voz de Carole, aunque el sello no va a promocionarla como artista, sabiendo que ella no va a querer dedicarse a girar, si le invitan a hacer un playback en el popular programa televisivo American Bandstand de Dick Clark, en el que un público demasiado joven suele puntuar las canciones, no saliendo demasiado bien parada nuestra protagonista, que sale de allí pensando que su carrera musical está acabada; lejos de aquella sensación, su canción alcanza el número 20 en las listas Billboard.  
  
La compañía en la que trabajaban había abierto nuevas oficinas en Los Angeles, buscando ampliar sus oportunidades, esto hizo que el matrimonio tuviese que volar a menudo en viajes de 6 horas, algo que les mantiene alejados de sus hijas; a Carole la situación le gusta cada vez menos. Un tiempo después, en 1963, Aldo es vendida a Columbia pictures.

En 1964, King y Goffin, que ya tenían dos hijas y un puñado de éxitos, son participes de algunos de los cambios sociales y culturales que están sucediendo en el mundo; el movimiento de los derechos civiles les toca muy de cerca, al trabajar con artistas afroamericanos, que sufren día a día las consecuencias de la segregación racial.
Se acerca la invasión británica -musical-, los Beatles, los movimientos de liberación, los hippies, la canción protesta, el Bob Dylan de «The times they are a-changin'» y Gerry declara su intención de expandir su mente, lo que le acerca a los nuevos movimientos y al consumo de ácido.

En uno de sus viajes a New York les ofrecen componer una canción para Aretha Franklyn y tras poner en marcha su ingenio producen «Natural Woman».

https://www.youtube.com/watch?v=kE7M2iAlU9M

Parte de su trabajo en Columbia fue componer para un grupo prefabricado que intentaba ser la respuesta americana a los Beatles, estos eran los Monkees, un cuarteto escogido de entre 500 chavales, en un casting para una comedia televisiva con el mismo nombre.

En el hogar había cierto conflicto, Carole no se estaba dejando llevar por las nuevas tendencias que habían atrapado a Gerry, este, sin embargo estaba desatado; en 1964 tiene una hija con una de las cantantes de las Cookies, además las drogas y el movimiento beat absorben cada vez más su tiempo, haciéndose amigo del periodista Al Aronowitz, conocido por sus escritos sobre la generación beat, por haber sido manager de The Velvet Underground, por ser el que presentó a los Beatles y a Dylan, y por componer Mr. Tambourine Man.

Conforme Gerry va adaptándose a los nuevos tiempos, va renegando de lo que representa su trabajo, a su vez siente cada vez más admiración por Bob Dylan, la promesa de un futuro encuentro con este le une más a Aroniwitz, mientras tanto, Carole ve resquebrajarse su hogar.

En 1965, Al les sugiere crear juntos un sello de grabación, a Carole no le cae demasiado bien el periodista, pero acepta, para no distanciarse más de su marido, de este modo crean Tomorrow records, en alusión a la primera composición famosa del dúo; el primer grupo con el que trabajan será Myddle Class, al que grabaron un disco, aunque el proyecto del sello terminó, debido a la agitada vida personal de sus protagonistas.

El consumo habitual de LSD lleva a Gerry a un estado de paranoia continua que acaba siendo diagnosticado como esquizofrenia y bipolaridad, a menudo pasa por estados depresivos, su salud mental llega a un punto en el que los médicos recomiendan el tratamiento con descargas eléctricas, tan solo tiene 26 años y Carole 23, están en una situación que parece no tener salida; el tratamiento parece dar un breve periodo de paz, pero Gerry posteriormente volverá a sus hábitos, algo que en aquellos momentos era cotidiano en cierto sector de la sociedad americana.

En casa, las diferencias entre el matrimonio son vitales, queda poca esperanza, sin embargo cuando a Carole le ofrecen un contrato como interprete en Atlantic records ve un resquicio de luz, intenta que Gerry sea su productor, quizá de este modo puedan comenzar de nuevo, en otro lugar; esto no sucederá, él le anuncia su decisión de partir a California, solo.

Al igual que cuando se separaron sus padres, ver roto su hogar le destrozó su corazón por un momento, pero poco después se recompuso, sabiendo que podía empezar su carrera como cantante, habría que mudarse y crear un nuevo hogar para sus hijas Sherry, Louise,  su perra Lika y el gato Telemachus, así que en la primavera del 68, también hicieron las maletas hacia la soleada California.

Su nuevo contacto en Columbia es Lester Still, quien le facilita el asentamiento profesional en su recién estrenada residencia, gracias a una sesión de composición facilitada por él, Carole conoce a Toni Stern, desde entonces ambas se hacen amigas, compondrán juntas algunas canciones y, sobretodo, devuelve a nuestra protagonista, algo de confianza en su capacidad compositiva, ya que tras la ruptura matrimonial había despertado en ella el fantasma de la inseguridad, sin embargo esta nueva amistad le anima incluso a escribir de nuevo sus propias letras, algo que hacía mucho tiempo que no intentaba.

Entre los temas que componen ambas se encuentra el popular «It's going to take some time» de The Carpenters.

A finales de los años 60 conoce al bajista, y su futuro marido Charles Larkey, con quien forma una banda a la que llaman The City, Lou Adler firma un contrato discográfico con el grupo, ella le insiste en que no va a hacer giras ni bolos, solo grabaciones; en ese escenario, su disco de 1968  «Now That Everything's Been Said» apenas es promocionado y pasa desapercibido, lo que llevó a la disolución del grupo por falta de actividad.

En el periodo en el que el The City era un proyecto abandonado, King y Goffin vuelven a componer juntos, ahora Carole también tenía la oportunidad de trabajar para A&M records, propiedad de Herp Alpert y Jerry Moss, es durante esta época en la que se hace amiga de James Taylor, al que había conocido años atrás, cuando él estaba en proceso de desintoxicación.

Carole King y James Taylor tienen afinidad musical, desde su reencuentro colaboran en varias ocasiones, por ejemplo en el álbum «Sweet Baby James» de Taylor o en el suyo propio «Writer», ambos grabados en 1969.  

Durante la gira de presentación del disco de James, este
invita a Carole a formar parte de la banda como pianista, sabe que ella es
reticente a tocar en directo, pero no son demasiados conciertos, así que no
estará mucho tiempo alejada de casa;al final de la gira, James hace que ella
cante una composición clásica de Carole que llevan en el repertorio «Up on the
roof», una encerrona con la que pretendía que ella se dejase ver en primer
plano y entendiese que el público la adoraría, al parecer funcionó, a partir de
este punto la faceta de interprete se sumaría a las cualidades de compositora.

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