Fuera de stock: ¿Dónde están las guitarras?

 

Desde que se inició la pandemia del Covid sois muchos los que habéis intentado comprar la guitarra de vuestros sueños y al momento de la compra, os encontráis con que está agotada y los plazos de entrega son largos o directamente, indefinidos. Pero, ¿qué está sucediendo? ¿Por qué los plazos que me dan en la tienda son de semanas o meses? Vamos a intentar arrojar un poco de luz y poneos en situación para que entendáis qué está pasando.

El éxito de la globalización (y del capitalismo) se cimentó en su capacidad para cubrir cualquier necesidad de los consumidores a un precio razonable en un corto plazo de tiempo. Es un sistema que se basa en que siempre hay de todo, y nunca se acaba nada, y, además, es mucho más barato cumplir nuestros deseos de compra. Toda esta maquinaria funciona cuando la producción no para y viaja sin problemas, propiciado por toda una estructura logística que viaja desde países de mano de obra barata a otros de rentas medias y altas. Esta era la situación en la que vivíamos hasta que entramos en 2020, un año que nadie olvidaremos.

Ese paradigma de comprar y poseer en muy corto espacio de tiempo afronta ahora una multitud de complicaciones. Como decimos, los países más desarrollados llevaron la producción en masa a países asiáticos, donde la fabricación y su mano de obra es más barata. La mayor parte de las industrias autóctonas acabaron desapareciendo o cambiando el modelo de producción, y cada vez es más difícil encontrar productos que estén 100% fabricados en un lugar concreto.

Por ejemplo, en España podemos presumir de contar con las mejores fábricas y maestros de guitarras clásicas o españolas. Muchas de ellas citan que sus guitarras clásicas se fabrican al 100% en España, pero, ¿esto es del todo cierto?, es decir, ¿se fabrican en España enteramente, al 100%, todos sus componentes? Tened en cuenta que las maderas provienen de otros países, en muchos casos exóticos, las cuerdas en la mayoría de los casos también se fabrican también fuera, así como herrajes (clavijeros), trastes, sistemas de electrificación, estuches, pinturas y lacas, etc. La manufactura es española, por supuesto, pero todas estas piezas y componentes necesarios para su fabricación vienen de lugares remotos del mundo. Entonces, ¿qué pasa cuando la cadena falla?

Vivimos pues en un mundo donde la producción generalmente se ha mudado a oriente. Las fábricas asiáticas trabajan entre interrupciones desde el inicio de la pandemia, tanto por falta de materiales como por que muchos trabajadores contrajeron el Covid, y esos parones se están reproduciendo de nuevo con las nuevas variantes que van surgiendo mucho más virulentas. La demanda para muchos sectores se hundió durante los meses más duros del coronavirus y el confinamiento, aunque la industria de las guitarras no se vio prácticamente afectada. Seguramente habréis visto que, para muchas marcas, el año 2020 ha sido un año de récord histórico de ventas de guitarras (así se encargaron de publicitarlo Fender y Gibson). La explicación es sencilla: la práctica de la guitarra requiere tiempo, y de repente, nos encontramos que el tiempo en casa nos sobraba y podíamos dedicarle horas y horas a nuestra afición favorita. Teníamos todo el tiempo del mundo, y como no se gastaba en salir, no se podía viajar y no se podía prácticamente hacer nada, había una cantidad de dinero ahorrado disponible para ‘caprichos’. Muchos aprovecharon para cambiar sus televisores, comprar videoconsolas, muebles, se arreglaron la casa… y también compraron guitarras. El amateur que ya tocaba la guitarra, regular u ocasionalmente, mejoró su técnica y adquirió nuevo equipo. Y llegaron muchos principiantes, gente ávida por aprender una ‘afición’ que siempre le había llamado la atención, o por cumplir con el sueño de su vida de aprender a tocar la guitarra. Sea como fuere, durante esos primeros meses muchos vendedores tuvimos acceso al stock remanente que tenían nuestros proveedores, esto es, las marcas de guitarras. Pero ese stock se acabó muy pronto debido a la fiebre mundial por las guitarras. De hecho, los expertos hablan de niveles de ventas similares a la época Post-Beatles.

En cuanto se levantaron los confinamientos, la demanda de muchas industrias ha revivido con furor, sin que las empresas tengan tiempo a recomponerse, colapsando los puertos más importantes del mundo, hasta el punto de que muchos barcos tienen que esperar días y semanas a su entrada para que los descargue el personal, que también se encuentra mermado por la enfermedad y por las restricciones de producción, y por la ausencia de trabajadores que descarguen las mercancías. La falta de los contenedores que usan las navieras para trasladar millones de pedidos y productos los ha convertido en un bien muy codiciado, multiplicando su coste hasta incrementarse un 470%, lo que está encareciendo el suministro, y va a hacer que suban los precios de muchos productos inevitablemente. Por otro lado, no hay chips suficientes para atender a la industria electrónica (muchos amplificadores y pedales de efectos necesitan también estos chips), del automóvil o la informática. A esto se suma el acaparamiento de materias primas para su uso propio por parte de países productores como China, que, unido a su elevado precio, tampoco ayuda a que la situación se vaya a normalizar en un corto espacio de tiempo. Y a esto le añadimos el incremento de precios de las energías y combustibles, con precios tan elevados que contribuyen al encarecimiento. Pero es que si todos esos ingredientes no bastaran para terminar con este cocido indigesto para el comercio mundial, la guinda la dio el atasco del carguero Ever Given en el Canal de Suez del pasado marzo, cuando el buque bloqueó durante días una arteria esencial para los intercambios mundiales.

Entonces si quiero comprar una guitarra, ¿qué opciones tengo?

En lo que respecta a la industria de la guitarra, si eres de los que está buscando una guitarra y no la encuentras, o tienes una guitarra o pieza de repuesto pedida y no termina de llegar, u observas que la guitarra que quieres comprar está agotada durante meses, aquí resumimos las razones por las cuales vas a tener que esperar:

  • Como hemos comentado, la demanda insaciable de guitarras comenzó durante el primer confinamiento cuando los músicos nuevos y veteranos se volcaron a la música durante la pandemia. Esta reacción inicial que se dio en los primeros países sujetos a confinamiento, pasó a ser global para todo lo relacionado con la guitarra. Más guitarristas en el mundo es lo mejor que puede pasar, pero generó nuevos desafíos en la cadena de suministro y de producción, sin que los fabricantes mermaran la calidad de sus guitarras. Esto se traduce en que la mayoría de los fabricantes y minoristas han agotado temporalmente los stocks o experimentan plazos de entrega excesivamente largos debido a la demanda.
  • Además de las dificultades relacionadas con el aumento rápido de la producción, los bloqueos en todo el mundo también han supuesto más desafíos al abastecimiento de materias primas y componentes. Disminuir los retrasos, conseguir espacio en barcos y aviones para mover productos o materiales como hasta antes de la pandemia está siendo una tarea harto difícil.

En Stringsfield Guitars, al igual que para nuestros distribuidores de todo el mundo, tenemos que esperar más tiempo para recibir las guitarras y cualquier producto en general y, debido a esta increíble popularidad de las nuevas guitarras, se están vendiendo más rápido que nunca. Nosotros estamos haciendo todo lo humanamente posible para tener más guitarras y demás accesorios en stock, duplicando y triplicando nuestras compras, pero después de lo que os hemos contado, hay muchos factores que no podemos controlar. Muchos de vosotros os apesadumbráis cuando se os informa de estos plazos y es humanamente comprensible, por ello nos hemos visto en la necesidad de poner en perspectiva el nuevo marco de comercio mundial en el que nos tenemos que mover. Nuestra recomendación es que, si andáis a la búsqueda de guitarra, comprad lo que haya en stock, lo que inmediatamente podáis tener en la mano. Comprad lo que hay. Quizá no será la guitarra que soñábais, pero seréis felices y disfrutaréis de una guitarra nueva, que, si con el tiempo no os satisface plenamente, podréis vender en un futuro cuando la situación mejore. Por el contrario, si tenéis entre ceja y ceja una guitarra y tiene que ser esa porque sí, entonces armaos de paciencia y preparaos para suprimir la ansiedad de tenerla cuanto antes, porque los plazos son estimados y pueden variar y dilatarse en el tiempo por los factores que os hemos explicado, y que tanto nosotros como los fabricantes, somos incapaces de controlar.

Productos

Consejos

También te puede interesar…

Volver arriba